Historia Bíblica
A diferencia de la historia universal que es entendida como un conjunto de hechos que pueden medirse y comprobarse, la Historia Bíblica es entendida como la acción de Dios-YHWH, en la vida de un pueblo, esto hace posible hablar de una historia particular de la salvación, en cuanto que Dios por medio de su Palabra revelada, explica los acontecimientos de la historia profana destacando su carácter de salvación o de perdición; a pesar de que la historia bíblica se considera historia de salvación, no se puede olvidar que esta se desarrolla dentro de la historia universal.
La revelación de Dios es histórica, se desarrolla dentro de ella, por tanto, a medida que pasa la historia, se va realizando también obra divina.La historia de Israel, comienza en Dios y termina en Dios, es una historia lineal que coloca como principio de la misma a Dios y a la vez él es su meta.
La Sagrada Escritura, es la historia de la relación entre el hombre (Israel) y Dios (Yahveh); su división como Antiguo y Nuevo Testamento se debe concebir en el sentido de la alianza antigua entre Yahveh e Israel y la alianza nueva que Jesucristo estableció y selló entre Dios y los hombres.
En el estudio de la Sagrada Escritura, se descubre la importancia del Antiguo Testamento en la comprensión del mensaje salvífico que Dios ha querido dirigir a los hombres para su salvación, la revelación divina, y, por tanto, del misterio cristiano manifestado en su plenitud en el Nuevo Testamento.
Los antiguos israelitas conocieron a Dios por lo que hizo y dijo a lo largo de la historia, igual que hoy los cristianos conocemos a Jesús por lo que ÉL hizo y dijo, y por lo que el Espíritu sigue realizando en la Iglesia.
Únicamente en Jesucristo se ha logrado una absoluta e indisoluble unidad entre lo divino y lo humano, y lo mismo sucede con todo lo que se sigue del hecho de Cristo: la Iglesia, los sacramentos, la Escritura. Cristo y la Iglesia son los factores gracias a los cuales la Historia de la Salvación viene a ser un fenómeno claramente discernible dentro de la Historia del Mundo, y dentro de esta historia alcanza así la Historia General de salvación su plenitud.
Podemos decir que la Historia de la Iglesia -como historia particular de la salvación después de Cristo-, quiere conducir hacía ella misma a toda la Historia General de la salvación y, además, se esfuerza por coincidir con la Historia General del Mundo, aunque sabe que esta identificación no tendrá lugar en la historia, sino únicamente cuando la historia haya terminado.
